Apuntes del Obispo Mariano Martí sobre Santa Lucía

APUNTES TAL COMO APARECEN EN EL LIBRO, SIN CORRECCIONES.

 

Pueblo de Santa Lucía

 

Obispo Mariano Martí

 

Documentos relativos a su visita pastoral de la Diócesis de Caracas

 

Apuntes del Libro Personal

 

Santa Lucía

 

      El día 26 de junio de 1783, llegamos a Caracas y nos detuvimos allí hasta el día 12 de enero de 1784, en que salimos de dicha ciudad de Caracas a las seis menos quarto de la mañana, y llegamos a las diez y media al sitio de Oripoto, hazienda de don Joseph Cocho, distante cinco leguas y media. Día 13 de enero de dicho año 1784, salimos de dicha hazienda, trapiche o sitio de Oripoto medio quarto antes de la seis de la mañana, y llegamos a las tres y media de la tarde a la casa o hazíenda de cacao de don Francisco Joseph Sereso y Landaeta, la qual casa comúnmente llaman de los Vitores, en el sitio de Nuestra Señora del Rosario de Suapire, distante dose leguas o a lo menos cerca de dose leguas. Día 14 de enero de dicho año de 1784, salimos de dicha hazienda o casa de don Francisco Joseph Sereso a las seis y quarto de la mañana, y llegamos a este pueblo de Santa Lucia a las ocho menos quarto, distante dos leguas por el camino por donde hemos pasado. Dizen que hay otro camino no más breve. Desde el pueblo de Baruta hasta la quebrada de Suapire habrá diez leguas, pasando por el cerro que llaman de […], que es lo menos malo. Es este camino todo de cerros, muy malo y con muchos [vola]deros.

      Esta Iglesia es baxo la invocación de Santa Lucía, todas sus paredes de mampostería, cubierta de obra limpia, Coro alto, tribunas al lado de la Epístola, una en el cuerpo de la Iglesia y otra en el Presbyterio, de la qual se puede oyr Missa en el altar mayor, Baptisterio al entrar a la Iglesia. A más de la puerta principal hay a cada lado una puerta colateral. La Sacristía está a la banda de la Epístola, decentemente ornamentada y alajada. Su Divina Magestad está colocado de continuo. A la banda de la Epístola hay una Capilla honda, medianamente grande, y en el Presbyterio de dicha Capilla hay un pilar, y de allí se forman los arcos y forman como dos Capillas para dos altares. En la banda del Evangelio de dicha Capilla está colocado el altar del Santo Christo, y a la banda de la Epístola está colocado el altar de Nuestra Señora del Rosario. Parte de esta casa es de alto, en donde yo vivo, y este alto consiste en un corredor al igual del Coro, y por dicho corredor se va al Coro, al campanario y a las tribunas, y en el aposento donde yo vivo está la tribuna del Presbyterio. Por dicho corredor se pasa también a una tribuna que sirve de Coro de la Capilla colateral honda, que queda sobrerreferida. Véase el inventario.

      El Cura de esta Iglesia parroquial es don Joseph Lorenzo de Bayas. Nació en la ciudad de Barquisimeto el día 10 de agosto de 1731. Estudió la Gramática, parte en el mismo Barquisimeto, parte en Caracas. Estudió tres años de Filosofía en aquella Universidad, y en la misma tres años de Theología, y es Bachiller en Filosofía. Se ordenó de Presbytero en el mes de diziembre de 1759, a título del Curato de San Jacinto, de la jurisdicción de Truxillo, que lo poseyó año y medio sin haverlo servido personalmente ni haver ido jamás allá, y se opuso al Curato de Morón y Alpargatan, que se lo dieron y lo sirvió personalmente diez y seis años, y después en el año de 1777 le dieron este Curato, y desde entonces lo está sirviendo personalmente. Tiene hechos quarenta y seis oposiciones a Curatos, esto es, quarenta y seis actos de oposiciones distinctos y separados. Parece que es de buen genio, cumple puntualmente con sus obligaciones de administrar Sacramentos, predicar, enseñar la Doctrina. Nada he oydo contra su buena vida, y dizen que no tiene vicio y que es de buenas costumbres. Es hombre bonasso y es estimado y parece no tiene malicia. Le he prevenido celebre la Missa con pausa. Véanse las notas de este mismo pueblo las foxas abaxo.

      Estos feligreses son de buen genio, humilde, quietos, devotos, de manera que todos los domingos del año se confesarán unas diez personas, y en los días de trabajo también se confiesan algunas mugeres. El vicio que acá más predomina es la incontinencia y la murmuración, y he prevenido a este Cura que predique contra esto.

     Este Curato no es Doctrina de indios, sino como llaman acá, Curato rural o de hazienda. Consta de dos mil trescientas almas, poco más o menos, entre blancos, negros, indios, mulatos, sambos, libres y esclavos. Este Cura tiene asignados doscientos pesos para su congrua, y esta fábrica de Iglesia tiene asignados cinquenta pesos para sus gastos de pan, vino y cera y otros; y estos doscientos y cinqüenta pesos los pagan estos vezinos hazendados, que en el día son quarenta y siete hazendados, y cada uno de estos hazendados paga a proporción de los esclavos que cada uno tiene en su hazienda, y estos amos que contribuyen estipendio al Cura y a la fábrica, nada pagan por dichos esclavos ni en los baptismos ni en los casamientos, ni en los entierros de dichos esclavos, ni al Cura ni a la fábrica de esta Iglesia, pero los dichos amos de las haziendas de cacao pagan por sus bautismos, casamientos y entierros a este Cura y a la fábrica de la Iglesia los derechos competentes según las Synodales de este Obispado, y assí estos referidos amos hazendados de cacao, como los demás libres, pagan todas las obvenciones assí al Cura como a la fábrica de esta Iglesia. Es de advertir que los otros feligreses de esta Parroquia, ahunque sean hazendados de otra hazienda, como no sea de cacao, no pagan estipendio al Cura ni contribuyen a la fábrica, ahunque tengan algunos esclavos, de manera que solamente los hazendados de cacao que tienen esclavos son los que contribuyen los dichos doscientos pesos al Cura y los dichos cinqüenta pesos a la fábrica de esta Iglesia.

      Este Teniente de Gobernador es don Juan Manuel de Castro, pariente del padre Castro, Comisario de Terceros de Caracas, casado en Caracas con una habanera. Tiene una hazienda de cacao deteriorada en la feligresía de Santa Teresa. Habrá un año que es Teniente de este pueblo de Santa Lucía, en donde vive de continuo desde que es Teniente, y en el espacio de este año ha venido su muger, habanera, desde Caracas por dos ocasiones, y después de algunos días, se ha buelto a Caracas. Este pueblo no está contento de dicho Castro, porque dizen que trata con violencia a estos pobres. El hermano de este don Pablo Castro el año pasado era Teniente de Governador del pueblo de Santa Teresa, y a poco tiempo de haver salido yo de la visita de dicho pueblo de Santa Teresa, dexó de ser Teniente, y el Governador de Caracas nombró otro Teniente. Al dicho Teniente de este pueblo don Juan Manuel de Castro le he prevenido que de noche no ronde solo y que no entre solo a casa alguna, sino con compañía, para evitar toda sospecha.

      Don Ignacio Blanco, soltero, regularmente vive en su hazienda de cacao, distante de este pueblo unas tres o quatro quadras. Vive mal con Ana Juana, negra, esclava de la madre de dicho Ignacio, en la misma hazienda, soltera. Habrá más de cinco años que por esta vida escandalosa fue remitida a Caracas la dicha Ana Juana a la casa de la madre de dicho don Ignacio, doña Franca Ponte, cerca de la Iglesia de San Mauricio, y allí estuvo tres años, y habrá unos dos años que la dicha Ana Juana ha buelto acá a la misma hazienda y se continúa el mismo escándalo. Este Cura me ha pedido por favor que yo le dexe obrar en quitar este escándalo, y me prometió quitarlo de raiz dentro de quinse días y que me lo avisará dentro de quinse días de estar quitado dicho escándalo.

      Don Francisco Víctor Sereso, soltero, vive mal con Andrea, su esclava, en la misma casa o hazienda, distante de este pueblo una legua y media. Habrá unos ocho años que a instancia de este Cura el dicho Sereso embió la dicha Andrea al pueblo de Yare, donde se mantuvo quatro años, y habrá otros quatro años que ha buelto de Yare a vivir con el dicho Sereso en la dicha su hazienda. Este Cura me ha pedido y prometido quitar de rais este escándalo dentro de quinse días, y que me avisará de haverlo executado dentro de quinse días.

      Don Antonio Gonzalez, soltero, vive en su hazienda distante de este  pueblo legua y media. En las vísperas de fiesta que viene  a este pueblo para oyr Missa, vive mal con Aquilina Mexía, me, tesitiza, soltera, residente en este pueblo. Habrá un mes que el dicho Gonzalez se halla en Caracas. Llamada la dicha Mexía, prometió en presencia de este Cura y de tu tío Joseph Antonio Justiniano, que no tratará más al dicho Gonzalez y que no le lavará más la ropa, y que [¿si no lo hixiere?] dize este Cura que me avisará.

      Este pueblo está arreglado en sus calles y quadras. Estas son muy pequeñas, y cada quadra ahún no llegará a quarenta varas en quadro. Este pueblo es más largo de Norte a Sur que de Oriente a Poniente. Está llano, pero tiene immediatos unos cerritos. A distancia de unas tres o quatro quadras, de las de Caracas, de esta plaza corre el río Guayre. Este clima es cálido. La agua es mala y de mal gusto, como salobre. Sin duda este dicho rio Guayre, cuyas aguas son buenas en Caracas y de las quales se beve acá, le entrará alguna quebrada de aguas malas. En este pueblo solamente hay unas tres o quatro casas de hombres blancos, que fueron los que fundaron, o por mejor dezir, ayudaron al padre don Marcos Reyes en la perfecta fundación de este pueblo. Los demás habitantes en las casas que forman las quadras y calles de este pueblo son pobres mestizos, negros, indios, mulatos, sambos y todos pobres, pues el dicho padre don Marcos Reyes dexó el territorio para fabricar casas en este sitio para los pobres. También dexó azia el Norte dos o tres leguas de tierras buenas para los pobres, de manera que qualquier pobre tiene derecho para ocupar este pueblo, y se le señala quadra o terreno por este Cura para construir su casa, y se le dan tierras para seis almudes de sembradura, y finalmente siembra las tierras que quiere. Estos, aunque son pobres, tienen qué comer, pues cogen mais, arros batatas, yuca, frixoles, plátanos, ñames y otros frutos que produce esta tierra, a más del fruto del cacao, cuyas quarenta y siete haziendas de dicho cacao las poseen los ricos. Algunas haziendas de cacao están immediatas a este pueblo, y hay hazienda de cacao que no dista de esta plaza dos quadras.

      A este pueblo y a este valle los llaman de Santa Lucía. Pertenece a la Vicaría de Ocumare. A este Cura le pagan primicias. La fanega del mais, unos tiempos con otros, valdrá unos ocho o diez reales.

      El libro parroquial más antiguo comiensa por un matrimonio de 8 de enero de 1722 por el licenciado don Pedro García Castellanos, que se titula Cura capellán de este valle de Santa Lucía, y en una nota que precede a dicha partida dize que entró a servir este Curato desde 8 de noviembre de 1721. Hay visita de 13 de marso de 1734 por un comisionado del señor Valverde. El año de 1748 era Cura el bachiller don Diego Joseph de Párraga, que se titula Cura proprietario. En 13 de diciembre de 1749 era cura de esta Iglesia el bachiller don Marcos Reyes, que antes lo era de Guarénas, y parece permutó con dicho bachiller don Diego Joseph de Párraga, porque éste se titula Cura de Guarénas. Hay visita personal del señor Madroñero en 24 de diziembre de 1762; entonces havía en toda esta feligresía 1.635 almas. El bachiller don Marcos Reyes, Presbytero, Cura que fue de esta Parroquia, construyó esta Iglesia material y esta casa del Cura contigua a dicha Iglesia, y le dio alajas y ornamentos y una hazienda arbolada de cacao con ocho negros esclavos, que todo importó quarenta y seis mil quinientos ochenta y ocho pesos y tres reales, según el avalúo que hizo practicar el señor Madroñero con intervención del señor Vicepatrono real, para dar cuenta a su Magestad en virtud de real cédula. De los frutos de dicha hazienda se han de pagar cada año quarenta pesos al Organista, quarenta al Sacristán y diez a cada monacillo, y lo restante para la fábrica de esta Iglesia, sus ornamentos y alajas. El dicho padre don Marcos Reyes murió a fines del año 1773. A más de la dicha hazienda y los dichos ocho esclavos, que ya lo posee todo esta Iglesia y corre a cargo de su Mayordomo, y que a más de cien pesos annuales para Sacristán, Organista y dos Monacillos le quedan de dicha hazienda de cacao a esta fábrica de Iglesia quatrocientos pesos líquidos y algo más cada año. Hay otra hazienda, que llaman de Santa Cruz, sobre la qual (después de pagadas las deudas de justicia) quiso dicho padre don Marcos Reyes se impusiessen a censo 2.400 para las funciones mensuales del Santíssimo. Dicha hazienda de Santa Cruz está renovada y empieza a fructificar.

      Juan Francisco Travieso, esclavo de don Joseph Antonio Sereso, hazendado de cacao immediato a la casa de don Francisco Sereso, hermano de dicho don Antonio, casado con María Jesús Palacios, libre, viven separados, él en la hazienda de su amo dicho don Antonio, y ella en el pueblo de Santa Teresa en casa de aquel Teniente de Governador por causa de sevicias, sobre que está conociéndose y se están formando autos ante el Vicario forense de la Sabana de Ocumare. He prevenido al Vicario de Ocumare, al Cura de Santa Teresa y al mismo Travieso (que dize perdona a su muger el agravio de adulterio en que la halló) que respecto estar su habitación no muy distante del pueblo de Santa Teresa, se vaya allá los días de fiesta a cohabitar con su muger, y que si la trata bien, se la entregará después de algún tiempo en que manifieste su buen modo de proceder y que ya no hay sospecha de crueldades o malos tratos. Y es de advertir que si es verdad que el dicho Travieso ha hallado a su muger en adulterio con un hombre que me dixo ser de la misma hazienda, en este caso sería conveniente que el dicho Travieso con su muger se pasase a vivir a otra hazienda, o que sacasen de la dicha hazienda de dicho don Antonio al hombre adúltero.

      Don Felipe Antonio Fernandez, soltero. Mayordomo de esta Iglesia, regularmente reside en la hazienda de cacao propria de esta Iglesia, que administra como Mayordomo, vive mal con Ramona Betancur, soltera, mulata, la qual regularmente vive con su padre y madre en la hazienda de don Gregorio Ponte, que sólo distará unas quatro quadras de la casa hazienda de esta Iglesia en donde vive el expressado Fernandez, el qual la llama y se la trae a su casa, y de este trato tienen dos hijos. Este Cura me dize que nada ha sabido de este denuncio. Este Fernandes cuyda como depositario de una hazienda de cacao de doña Josepha Romero, de Caracas, cerca la casa de don Feliciano Sojo, casada con don Eustaquio Casorla, y tiene puestos en aquella hazienda a los padres de dicha Ramona, y tal vez de esto habrá prevenido el denuncio y me dize el dicho Fernandez que dexará el dicho depósito.

      Pedro Juan Ramires, soltero, indio, vive mal con María del Carmen, soltera, mulata libre. Tienen un hijo y está preñada de otro, con palabra de casamiento. Viven ambos en casa de Salvador Lobera, en tierras de don Gregorio Ponte, distante de acá como unas quatro quadras. Quedan convenidos en casarse, y porque son pobres, les he dado seis pesos para pagar los derechos parroquiales, y los reales que les sobraren serán para ellos.

      Pedro Nolasco Corro, soltero, pardo, demandado con palabra de casamiento y torpe trato por Juana Benedicta Lerma, soltera, samba libre. El dicho Nolasco ha confesado quererse casar con dicha Juana Benedicta, y que sólo lo detiene el impedimento de afinidad ex cupula illícita in secundo grado. He dispensado este impedimento y he dexado orden a este Cura para que los case, y si rehusase el dicho Nolasco, lo ponga preso y me avise.

      He dispuesto que en esta Iglesia sólo esté reservado su Divina Magestad en el altar mayor, y que se quite el Sacrario del altar colateral de la banda del Evangelio. Véase el decreto. Y he ordenado que se haga un Sacrario nuevo en este altar mayor, para colocar la Custodia, y que en el pie o pedestal de este Sacrario se haga un Sacrario pequeño para poner el pixis y el relicario para los enfermos, y que se hagan nuevas las gradas del Presbyterio, y que en la grada más baxa se ponga una barandilla con un paño para la Comunión.

      Computado por un bienio el ingreso de esta Iglesia, assí de la hazienda de dose mil árboles de cacao con los ocho esclavos, de que se habla arriba, como de los derechos parroquiales, asciende cada año a 707 pesos y tres reales, y su gasto ordinario importa cada año 275 pesos y siete reales, según resulta de las quentas.

      Habrá como año y medio que este Cura despidió urbanamente de su casa por sus cortedades al padre fray Francisco Yanes Muños, Franciscano de Islas Canarias, que antes vivió en Caucagua, en Panaquire, en Santa Teresa, después en este pueblo de Santa Lucia y ahora vive en Coxede sirviendo aquella Doctrina. Este dicho religioso informó mal al Provisor acerca de este Cura, y el Provisor lo hizo comparecer a Caracas al dicho Cura, y lo hizo examinar de ceremonias por el doctor Peres. Y he prevenido a este Cura que ponga todo cuydado en la celebración de la Missa y que no la diga precipitadamente. Este Cura tiene lisiado el ojo derecho por un golpe que recibió de noche, yendo a una administración, pero me parece que con el otro ojo puede hazer sus funciones de leer y de imponerse en lo demás de su obligación.

      Don Pablo Castro, que el año pasado fue Teniente del pueblo de Santa Teresa, y del qual también se halla en las notas de este pueblo de Santa Lucia y ahora actualmente se halla en este pueblo de Santa Lucía, fue denunciado que vivía mal con Rosalía Isturris, soltera, mulata libre, y que por medio de un criado suyo llamado Simón la extraxo habrá unos seis meses de la casa de don Buenaventura Freytes y la trasladó a Caracas a la casa de su hermana N. Castro, en frente del Teniente del Rey. En 17 de este mes de enero de 1784 escriví al Provisor previniéndole tomar las providencias oportunas para evitar el trato de dicho don Pablo Castro con la dicha Isturris, pues regularmente el dicho don Pablo vive en Caracas y tendrá entrada a la casa de su hermana, donde vive su amasia.

      Salvador Duarte (véanse las notas del pueblo de Charayave), por estar enfermo en este campo del distrito de esta feligresía, lo he mandado traher y ha venido en amaca, y también antecedentemente se me havía presentado acá la Juana María Martines, su muger, y después de varias reconvenciones ha condescendido ella a vivir con su marido, y según me dize este Cura, están ya desde este medio [sic] viviendo maridablemente estos dos conyúges, haviéndose mutuamente perdonado y muy contentos. Yo no he visto ahora al dicho Salvador, pero sí a su muger.

      Quando vine ahora desde Caracas a este pueblo de Santa Lucía miré con cuydado el terreno y me parece conveniente que se establezca una Parroquia en el sitio que llaman las Tetas, en el mismo parage en donde hay unas dos casitas, y no arriba subiendo una cuesta como de una quadra o menos de una quadra, por no haver allí sitio llano, y ahunque tampoco lo hay en el lugar donde están las dichas dos casitas, este lugar es más oportuno porque concurren los dos caminos para bazar a Suapire, el uno por la misma quebrada y el otro por el cerro que llaman de Prepo o de Quintana, porque de esta Iglesia de las Tetas se pueden administrar y socorrer aquellos feligreses que tienen sus casitas y conucos en unos cerros grandes. Desde que se baxa del cerro de Quintana hasta este pueblo de Santa Lucía habrá cinco leguas buenas, y hasta el pueblo de Santa Teresa habrá lo mismo, de manera que entre el sitio adonde se acaba de baxar el cerro de Quintana, y este pueblo de Santa Lucía, convendría establecerse otra nueva Parroquia, porque está distante de Iglesias y ahún dista más del sitio de las Tetas. Los del sitio de Oripoto dixeron que van a Missa a la Iglesia del Hatillo, y que Oripoto está más cerca del Hatillo que de las Tetas, pero será poca la diferencia, y en ambas partes el terreno es muy quebrado, con muchos voladeros.

 

Apuntes del Libro de Compendios

 

Pueblo de Santa Lucia

 

      Este pueblo es de vecinos españoles de todas calidades, y corresponde al Vicariato de los Valles del Tui. Su territorio parroquial confronta por el Oriente, con el pueblo de Aragüita, distante ocho y media leguas, y hasta el lindero divisorio que es una cruz fixada antes de llegar a la cuesta de pan de asucar, hai cinco y media leguas; por el Poniente, con el pueblo de Baruta, distante trece leguas, y hasta el lindero divisorio que es el sitio de Cacaguito, inclusive, hai seis leguas; por el Norte, con el pueblo de Guarénas distante siete y media leguas y hasta el lindero divisorio que es el alto de la cuesta de Güeime, hai quatro y media leguas; y por el Sur, con el pueblo de Santa Theresa, distante dos leguas y hasta el lindero divisorio que es la boca de la quebrada de Suapire, hai legua y quarto.

      Fue visitada la Iglesia parroquial deste pueblo el dia catorce de Enero de 1784. Su titular es la gloriosa Virgen y Mártir Santa Lucia. Su fábrica material es de una nave, cuyas paredes son de cal y canto mui fuertes y bien cimentadas, encaladas por dentro y fuera, y el techo es de texas sobre tablas alfardas y tirantes labrados, obra limpia y hermosa. Su latitud en limpio es nueve varas y la longitud 36 inclusive ocho que ocupa el Presbyterio, el qual esta distinguido del cuerpo de la Iglesia con pavimento superior arco de ladrillo al frente y techo encapillado, cortados los ángulos de los extremos en que forma un medio imperfecto circulo. Tiene tres puertas grandes, la una al frente con decente fachada, y las dos en los costados y sobre la del frente esta construido el Coro de tablas y vigas. En el costado correspondiente a la Epistola hai construidas dos Capillas hondas con comunicación por correspondientes arcos acia el cuerpo de la Iglesia, la una que sirve de Baptisterio es de quatro, y la otra dedicada á Nuestra Señora de la Caridad tiene diez y seis de largo y 7 de ancho. En esta Capilla hai dos altares y en la otra la fuente baptizmal de piedra labrada. En la Iglesia hai quatro altares decentemente adornados especialmente el mayor en que esta colocado el Santissimo Sacramento, y los otros tres están dedicados á Jesús Nazareno, Nuestra Señora de la Concepción y el Archangel San Miguel. La Sachristia esta construida al lado de la Epístola, contigua al Presbyterio, con puerta acia la Iglesia y acia un corredor pequeño en el hueco que queda entre la misma Sacristía y Capilla de Nuestra Señora de la Caridad y por sobre todas estas piezas hai un corredor alto en cuyos extremos hai un aposento para el Cura (que viene a quedar sobre la Sachristia) y el campanario, quedando en el medio dos tribunas, la una que mira a aquella Capilla y la otra al Cuerpo de la Iglesia. Toda esta fábrica es bien fuerte y hermosa, y esta adornada correspondientemente. Inmediato á la Iglesia, pero con total separación de ella, hai construido un cementerio cercado de tapias con buena portada y tiene veinte y ocho varas en quadro.

      Es Cura desta Parroquia el Br. Dn. Joseph Lorenzo Vayas, clérigo Presbytero. La renta que annualmente goza por el servicio deste Curato es: doscientos pesos que dan los vecinos hacendados por sus esclavos, que no pagan derecho alguno, 24 ps. 4 rs. de primicias, 170 ps., de dotaciones de Misas cantadas y rezadas, 188 ps. 6 rs. de ovenciones, de bautizmos, velaciones y entierros de personas libres y 5 ps. de certificaciones de partidas de lo referido, según computo prudencial, que todo compone 588 ps. 2 rs.

      La renta de la Iglesia corre á cargo del mayordomo de fábrica Dn. Phelipe Antonio Fernandes, y según el computo hecho de un año con otro es annualmente 86 ps. 4 rs. de derechos de sepulturas de personas libres, 50 ps. que contribuyen los vecinos hacendados para el gasto de pan, vino y cera, 25 ps. rédito de un censo destinado para la luz de la lampara, y 545 ps. 7 rs. producto libre de costos, de una hacienda de cacao que dono a dicha Iglesia el Br. Dn. Marcos Reyes, Cura que fue deste pueblo para pagamento del músico, Sachristan, monasillos, y demás gastos de la Iglesia, que todo compone 707 ps. y 3 rs. Se recivieron cuentas al mencionado mayordomo. Resultaron de alcanze á favor de la Iglesia 81 ps. 3 ¼ rs. Se aprobaron por auto de 20 de Enero de 84, y se mandaron pagar a los respectivos acrehedores los setecientos quatro pesos y medio real que se están debiendo de las rentas de la Iglesia por las obras que hicieron, pero que esta satisfacción sea sin perjuicio de los necesarios gastos en la Iglesia y cultivos de la hacienda.

      No hai en esta Iglesia Cofradía ni Obra pia alguna.

 

Matrícula o Padrón de los Habitantes dentro del Districto de este Pueblo

 

 

      Conforme al méthodo é individualidad mandada observar por orden circular novísima, con advertencia de que en la distinción de clases van colocados los mextizos en la de los blancos y los zambos en la de los negros.

 

Clases Hombres Solteros Hombres Casados Mugeres Solteras Mugeres Casadas Parvulos Parvulas Total
Blancos  101 38 67 38 34 30 308
Indios 107 79 110 79 80 73 538
Mulatos 67 41 75 41 28 287 539
Negros 51 46 67 46 45 35 290
Esc. Negros y Mulatos 174 147 138 147 85 93 784
Total 510 351 457 351 279 259 2207

Razón de casas y familias deste districto, y assimismo de las personas de comunion y de sola confesion, cuyo número queda comprehendido en la matricula antecedente.

 

 

Españoles dentro del pueblo

Cosas 108
Familias 108 
De comunión 393
De sola confesión 64

 

Españoles fuera del Pueblo

Cosas 95
Familias 95
De comunión 678
De sola confesión 176

 

Indios dentro del Pueblo

Cosas 58
Familias 58
De comunión 129
De sola confesión 53

 

Indios fuera del Pueblo

Cosas 51
Familias 51
De comunión 120
De sola confesión 56

Assi consta de la razón dada por el supradicho Cura en 14 Enero de 1784. Por el decreto número 16 de los expedidos para el buen régimen de esta Parroquia se mandó que en el pie del sagrario del Altar mayor se forme un Sagrario para administrar la Sagrada comunión, a fin de recoger el Sagrario que á este fin está en otro Altar y evitar algunas irreverencias.

      Recivieron el Santo Sacramento de la Confirmación 1281. Es Theniente Justicia mayor deste pueblo Dn. Juan Manuel de Castro.

 

FUENTES:

Martí, Obispo Mariano. Documentos Relativos a su visita Pastoral de la Diócesis de Caracas. (1771-1784). Caracas, Academia Nacional de la Historia, Imprenta Torino, Tomo II, Libro personal, 1998. 746 pp.

Martí, Obispo Mariano. Documentos Relativos a su visita Pastoral de la Diócesis de Caracas. (1771-1784). Caracas, Academia Nacional de la Historia, Imprenta Torino, Tomo VII, Libro de compendios, 1998. 468 pp.

 

 

Transcripción sin Corregir (SIC)