Templo Nuestra Señora del Rosario

Esta es la quinta iglesia que se ha construido en Cúa, ya que en 1690 había una capilla en los linderos de la hacienda Marín, quien tenía como propietario a Don Bernardo Rodríguez del Toro. Para el año 1766 en la parroquia de Marín -hoy en día Cúa- se erigió otra construcción en los terrenos de la pequeña iglesia, durante unos años la iglesia estuvo en ruina debido a unos temblores y también por que el terreno en el que estaba edificada era falso, por lo cual se hundía, todo esto lo constato el Obispo Don Mariano Martí, en una visita parroquial en el año 1783.

El 1 de Noviembre se empieza la construcción del tercer templo, esto duro 9 años, ya finalizada fue ordenada por el Obispo Ignacio Fernández Peña pero el 12 de Abril de 1878, a las 8:20pm, ocurrió un terremoto, el cual se llevo el tercer templo.

Para 1879, se inicia la construcción de un templo provisional, el cual fue llamado por los pobladores la iglesita , esta abrió sus puertas el año 1903.

En el 1909 en la Plaza Roscio (hoy en día Plaza Zamora), estaban las ruinas del tercer templo, el cual funcionaba como mercado público, pero por iniciativa de la comunidad, el 22 de mayo de 1909 se forma la primera junta para la reconstrucción del templo, esto realizaron los tramites para que el 27 de Enero de 1917 se colocara la primera piedra y el 27 de Enero de 1929 se efectuara la primera misa y la bendición del monseñor Felipe Rincón González.

Santa Rosa de Lima otrora patrona cueña

En tiempos remotos -se desconoce la fecha exacta- la patrona de Cúa era Santa Rosa de Lima, quien hoy en día es patrona de la ciudad de Charallave, el lugar en que en un principio se acento Cúa llevo el nombre de Santa Rosa de Marín por tal motivo.

Es en 1735 que Santa Rosa de Lima deja de ser la patrona y protectora de Cúa, quedando como co-protectora, y a partir de esta fecha se hace la elevación de Cúa a parroquia y a su vez se nombra a Nuestra Señora del Rosario como patrona del pueblo. Según Manuel Monasterio en este pueblo se tiene varios rosarios de oro de 18 y 24 quilates que datan de la época colonial, sin embargo estas joyas no se encuentran ni en la parroquia ni en el poder del párroco para así evitar algún acto hamponil que dañe el patrimonio parroquial.