El Tuy y la Capital

Puente Gómez Cúa en 1925
Puente Gómez Cúa en 1925

Históricamente la sub-región de los valles del Tuy se ha caracterizado por su vinculación económica, social y política con la ciudad de Caracas, Durante el período colonial los valles del Tuy con su producción de Cacao generó los doblones necesarios para enriquecer a la clase propietaria, llevándolos a la categoría social conocida en Venezuela como mantuanos, los amos de las tierras tuyeras, en su mayoría residentes de Caracas, dejaron de ser los hijos y los nietos de los aventureros que vinieron en busca de fortuna para ser los nuevos hidalgos del reino. Condes, marqueses o los” grandes cacaos” como los llamaba el pueblo llano. El poder político, administrativo, económico y religioso estaba en Caracas. Los valles del Tuy eran tierras de esclavos, libertos, mestizos e isleños. Durante ese período se fundaron todos los pueblos del Tuy. El cacao y la mano de obra esclava fueron su motor.


Después de la Independencia los valles del Tuy transforman las tierras de antiguos cacaotales en cañamelares, potreros ganaderos y cafetales. Los grandes árboles que daban sombra al cacao se derribaron para aprovechar la madera para construcción de las nuevas casas caraqueñas, para la leña y el carbón que necesitaban los fogones caraqueños. El ganado se traía del llano en las llamadas “puntas”, se engordaban en los potreros del Tuy para abastecer el mercado caraqueño, no solo de carne sino también de cueros. También el Tuy le daba a Caracas maíz, caraotas, verduras, plátanos, frutas, quesos, carne de marrano, gallinas y huevos se nos llamó por mucho tiempo “El Granero de Caracas”, además de las mejores cocineras que le dieron una sazón muy especial a la gastronomía caraqueña, se construyó el primer camino –carretero hasta San Casimiro. A Cúa se le conoció como “La Perla del Tuy”, período de oro, con la mayor producción agropecuaria en diversos rubros. Se establece el primer Concejo Municipal en 1872 y dejamos de depender localmente de la población de Ocumare. El Distrito Guzmán Blanco con 18.000 habitantes, integrado por Cúa, Charallave y Tácata. Todo aquel emporio económico quedó destruido en minutos la noche del día 12 de abril de 1878. Ese día desapareció Cúa, también afectó a Charallave y Ocumare como señalaba el periódico caraqueño La Opinión Nacional, Ese 12 de abril nació una de las leyendas más interesantes de ésta población la de la “Maldición del Cura”.


El terremoto y la tragedia marca la historia de Cúa, antes del terremoto se perfilaba una ciudad pujante en lo económico, con una sociedad civil activa donde funcionaba la Sociedad Liberal de Mejoras que contribuyó positivamente la transformación de Cúa, durante el primer gobierno del General Antonio Guzmán Blanco, todo ese potencial se acabó. La recuperación de Cúa fue lenta, todavía en los años 50 podíamos encontrarnos con ruinas de edificaciones de dos plantas ubicadas en la antigua plaza de Santa Rosa hoy Bolívar. Fueron muchos años duros, donde los cueños tenían que buscar a Caracas para trabajar y mejorar sus condiciones de vida, mis padres tuyeros también se fueron a Caracas y por esa circunstancia nací en la ciudad capital. En los años 50 se intensifica en el Tuy la producción de leche, principalmente para envasarla bajo el sistema pasteurizado, aparece la leche Silsa, posteriormente Sabana, leche de las haciendas tuyeras para satisfacer el mercado caraqueño. En esos años el gobierno del General Marcos Pérez Jiménez construye el Sistema Tuy uno para trasladar agua desde nuestro rio Tuy, todavía limpio, hasta la presa de la Mariposa para suministrar agua a la población caraqueña. En esa misma época el proceso de transformación y modernización de Caracas necesitó de millones de metros cúbicos de materiales de construcción y las areneras ubicadas en Cúa, Ocumare Y Santa Teresa suministraron toda la arena para construcción de calles, avenidas, autopistas, edificios, casas caraqueñas. Lo que hoy es la Urbanización Lecumberry fue la arenera más grande del Tuy propiedad de las empresas Mendoza, incluso con el uso de un pequeño ferrocarril para trasladar arena internamente. Pero algún burócrata se le ocurrió que en el Tuy podía ubicarse el vertedero de basura de Caracas el estado.


Le compra a los herederos de Don José Cornejo la Hacienda La Bonanza y así como surge esa contradicción lingüística al llamar un vertedero de basura La Bonanza.


Hasta ahora podemos sintetizar El Tuy le ha dado a Caracas:


La riqueza del cacao, de la caña de azúcar, del ganado y del café.


Hemos alimentado a Caracas con agricultura, leche, gallinas y huevos.


Le hemos dado el agua, la arena, la mano de obra.


Qué nos ha dado Caracas.


Es lamentable decirlo pero la mayor contaminación de una fuente de agua: Todas las cloacas de Caracas bajan por el Guaire y caen el Tuy, quien ya viene agonizando desde su nacimiento en la Colonia Tovar. El vertedero más grande del centro de Venezuela.


El grave problema de trasladar sin las condiciones mínimas a miles de damnificados a los valles del Tuy, es decir que durante 40 años hemos acumulado una migración forzosa con graves desajustes sociales que hoy se reflejan diariamente en las páginas rojas de la prensa.


El ferrocarril entre el Tuy y Caracas que podría haber sido un mecanismo de integración al área metropolitana, simplemente generó un impacto social de dimensiones jamás vistas, sin los elementos estructurales necesarios para hacer del Tuy una nueva ciudad sustentable con calidad de vida.


Los tuyeros el desafío de hacer una nueva ciudad, todavía hay oportunidad, apenas se ha ocupado en 20% del territorio tuyero. Debería ser una ciudad planificada para ser la alternativa ordenada al crecimiento inevitable de la ciudad, dentro de los esquemas modernos de sustentabilidad en lo ecológico, con fuentes de trabajo propias, con hermosos parques, excelentes servicios. Construcciones adaptadas al duro clima, integrar el ferrocarril a una malla vial moderna, con un transporte público eficiente. Todo esto parece un sueño imposible una utopía, pero su realización depende de la unificación de las fuerzas que hacen vida en el Tuy con una comunidad de objetivos, Sin esas condiciones tenemos que conformarnos con ser eso que despectivamente llaman el patio trasero, el cuarto de los cachivaches o eufemísticamente una “ciudad dormitorio”.



Autor: Prof. Manuel Monasterios


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